Los mismos ojos rasgados, el mismo pelo voluptuoso, el mismo porte y hasta el mismo estilo sensual a la hora de elegir sus outfits, entallados y, casi siempre, en negro. Las similitudes entre la italiana Monica Bellucci (59) y Deva Cassel (19), su primogénita, son impresionantes. Y los parecidos con su madre –ícono de belleza indiscutido de la pasarela y el cine– van más allá de lo físico.

Deva –que es fruto del matrimonio de Bellucci con el actor francés Vincent Cassel– también sigue los pasos de su madre en la industria fashion: debutó a los 16 años como modelo de Dolce & Gabbana, en la misma firma con la que Bellucci dio sus primeros pasos. A los 17 años, se convirtió en la embajadora más joven de la firma Cartier y, desde entonces, no ha parado de ser convocada por las grandes marcas –Jacquemus, Coperni, Courrèges, Alberta Ferreti, Sisley, Zara…– ni de sumar seguidores en Instagram (un millón cien mil).

En 2023, con la seguidilla de La bella estate (The beautiful summer) y El gatopardo –la serie para Netflix–, Deva dio el salto de la pasarela a las pantallas, el mismo recorrido que hizo su madre, de quien además heredó su carácter determinado: “No trabajo en esto porque mis padres lo hagan. No tengo que parecerme ni ser tan buena como nadie para poder hacer lo que disfruto”, afirmó en una entrevista.