
Pese a la vigencia del Niño, los cultivos de verano necesitan nuevas lluvias
Pese a que se está desarrollando un evento Niño, la disponibilidad de humedad es muy justa en muchos cultivos de la zona núcleo. “Los maíces tempranos sembrados a principios de septiembre est...
Pese a que se está desarrollando un evento Niño, la disponibilidad de humedad es muy justa en muchos cultivos de la zona núcleo. “Los maíces tempranos sembrados a principios de septiembre están por florecer cortos de agua”, observa un técnico de Rufino. “Arrancaron con el tanque a medio llenar; recibieron lluvias; no están sufriendo, pero no muestran la exuberancia propia de los altos rindes”, condiciona.
Los maíces sembrados a principios de octubre están en V8-V10 y reciben fertilización foliar para completar el paquete tecnológico, pero también están con el agua al día. “No se acartuchan, pero no les sobra nada; en los lotes no se ven charcos, los arroyos tiene caudales modestos y los productores consultan diariamente los pronósticos”, afirma el técnico.
“Por suerte, este año no vino con calores extremos en diciembre, que hubieran aumentado la evapotranspiración de las plantas y el secado de las primeras capas del suelo”, añade.
En síntesis, los productores de maíz de la zona núcleo están mucho mejor que el año pasado, pero esperan que El Niño se manifieste plenamente en las próximas semanas para alcanzar los rindes objetivo proyectados al momento de sembrar.
La soja en pañalesEn muchos campos de la zona núcleo se están terminando de implantar los cultivos de soja que no se pudieron sembrar en fechas de primera. Por ahora son una esperanza, más que una realidad: los más adelantados tienen 10-15 centímetros de altura y todavía no cierran el entresurco. En los lotes que se cosechó trigo el barreno mide 40-50 centímetros de humedad en el perfil.
Esas reservas “sirven para arrancar con la siembra de soja de segunda, pero deberían llover 300 milímetros en los próximos 60 días para alcanzar rindes de tendencia en cultivos que desarrollan muy rápido”, recuerda el técnico. Los agricultores saben que, con estos cultivos, tienen que atravesar un océano de incertidumbres hasta la cosecha.
La humedad ajustada de esta época se manifiesta con otros indicadores. “En Marcos Juárez en 2022 se aplicó un herbicida potente para controlar yuyo colorado en maíz y no fue degradado completamente en el suelo, por lo que causó síntomas de fitotoxicidad de la soja de esta campaña”, observa el técnico, que atribuye este comportamiento a que no llovieron los 500-600 milímetros necesarios para la rápida descomposición del producto.