Dos tiros, uno en el hombro y otro en el pómulo. Un paso por más de una decena de seccionales de policía en toda la provincia de Buenos Aires y una carrera de más de diez años en la política. La historia del comisario retirado Guillermo Britos, el intendente de Chivilcoy que el dirigente libertario Javier Milei confirmó hoy como su candidato a gobernador bonaerense, da cuenta de una figura particular en el universo político bonaerense.

“Es un honor que piensen en mí”, le dice Britos a LA NACION tras conocerse la noticia de su selección, y remarca la importancia de haber sido tenido en cuenta por alguien “que puede ser presidente”. Oriundo de Moquehuá, localidad ubicada a unos 40 kilómetros de Chivilcoy, desde 2015 que este dirigente de 59 años se encuentra al frente de la intendencia de esa ciudad bonaerense.

Con una historia ligada al peronismo, el expolicía incursionó en la política en 2011, de la mano de Francisco de Narváez, accediendo a la Cámara de Diputados provincial luego de su retiro de la fuerza. Lo hizo a través del partido Unión Celeste y Blanco, curiosamente uno de los tres sellos que hoy, junto al Partido Demócrata y al Renovador Federal, dan cuerpo al frente electoral nacional que lleva como nombre La Libertad Avanza.

Cuatro años más tarde, en 2015, Britos abandonó el espacio de De Narváez, y junto al abogado Mauricio D’Alessandro se alió con el Frente Renovador de Sergio Massa, lo que le permitió acceder a la intendencia de Chivilcoy. Tras su primera gestión, en 2019, jugó en la boleta de Consenso Federal, el espacio que por entonces encabezaba Roberto Lavagna a nivel nacional y que llevaba al actual candidato a jefe de gobierno porteño de Milei, Ramiro Marra, como postulante a senador. Logró reelegir con el 48% de los votos, un porcentaje muchísimo mayor que el logrado por el exministro en su aventura presidencial.

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“Britos es alguien que tiene una lógica muy de policía, muy de la confrontación constante”, apuntan desde la oposición chivilcoyana a LA NACION. La dirigencia local asegura que la gestión municipal de Britos “no es buena”, pero le reconoce una habilidad particular para comunicar. “No se sienta absolutamente con nadie, no tiene ningún sector aliado, pero cuando le votan una ordenanza en contra, hace una conferencia de prensa diciendo que lo quieren voltear”, señalan.

Es que, desde hace años, Britos está enfrentado en su territorio al peronismo local, que en la región supo liderar el exministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, quien hoy se mueve cerca de Lavagna y el gobernador cordobés Juan Schiaretti. Sin embargo, la tensión también está presente con la construcción de Pro que lidera el diputado nacional Sebastián García de Luca, que en los últimos años intentó sin éxito arrebatarle el municipio.

Así y todo, son públicos los lazos que el excomisario supo tejer por fuera de su terruño con dirigentes tradicionales del Partido Justicialista, como el actual jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde. Sin ir más lejos, en 2021, a partir de la asunción del lomense al frente de ese cargo, Britos auguró “una relación totalmente distinta” con el gobierno de Axel Kicillof. Y añadió, amistoso: “Martín está en ese lugar para no permitir que terceros se metan a interrumpir gestiones”.

En tanto, otro vínculo fluido es el que Britos ostenta con organizaciones sociales como el Movimiento Evita. En abril, la agrupación adquirió cuatro hectáreas para que 85 familias puedan acceder a un terreno con servicios y viviendas. “Le agradezco al Movimiento Evita por su gestión y su predisposición. Gracias a esto los terrenos están, ahora esperamos que el ministro Simone rápidamente se contacte con la organización y pueda concretar las viviendas que dijo tiene predisposición de hacer”, dijo el intendente durante el acto de entrega.

Una de las características de Britos que más destacan cerca de Milei es la de haber sido comisario a lo largo de casi 30 años. Una experiencia que, según se encarga de señalar cada vez que puede el propio intendente, le resultó mucho menos compleja que la de estar al frente del gobierno de un partido como Chivilcoy. Hoy, a diferencia del rol que debió cumplir en su antiguo trabajo, Britos dice recibir “todas las quejas, todos los días, de todos los entes nacionales, provinciales y municipales”.

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“Como policía vos me venís a ver por un barrio que no tiene recorridas y yo tengo la facultad de disponerlo y arreglarlo. En cambio, como intendente, si me vienen a ver por una obra provincial o nacional que no se hizo, o una empresa que no da los servicios que tiene que dar, no tengo respuesta más que reclamar”, explicó ante un medio local.

Britos se desempeñó como jefe de policía en Chivilcoy durante la gestión del peronista Ariel Franetovich (2003-2009). “La gente estaba muy conforme. Sin embargo, por temas con algunos funcionarios de su gobierno, me terminé yendo a trabajar a Mar del Plata”, relata el intendente. Fue ese traslado el que, según él, habría activado una suerte de clamor ciudadano pidiendo su regreso. “Decían ‘por qué una vez que tenemos un comisario que trabaja y que cumple, se tiene que ir’”, alardea Britos. Y agrega: “Eso seguramente haya sido muy importante para que después me vean como posibilidad en un trabajo totalmente distinto”.

“Creo que la gente estaba un poco agotada de 12 años de gestión del Frente para la Victoria, fundamentalmente porque no estaba conforme con algunos delegados que había dejado Randazzo. Todos me decían que era una locura enfrentar al randazzismo en Chivilcoy, pero nos salió bien”, se celebra quien, a partir del próximo 24 de junio, será la cara de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires.

La seguridad será uno de los ejes principales de la campaña bonaerense de Milei. El sábado, en una entrevista radial, el economista deslizó que está delineando una ”nueva doctrina” basada en la teoría de las “ventanas rotas” acuñada en los años 80 por el economista Gary Becker y el exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani. “Se terminó la Argentina del zaffaronismo: el que las hace las paga”, dijo el dirigente libertario en radio Mitre.

Según se formalizó a partir de la difusión de su plataforma electoral, Milei pretende que las fuerzas de seguridad “vuelvan a tener autoridad”. En ese texto, se enumeran 47 propuestas que, de todas maneras, requerirían de acuerdos políticos, judiciales y legislativos para llevarlas a cabo. Por ejemplo, propone la “desregulación del mercado legal de armas”, habilitando el “uso legítimo”. También, la baja de la edad de imputabilidad de los menores, aunque no precisa a cuánto, y una reforma en la cárceles.