Es una de las postales más fácilmente reconocibles del mundo. En sus 2456 años de existencia, el Partenón habrá visto innumerables arco iris, pero esta vez el fotógrafo captó la imagen del templo dedicado a Atenea, en la Acrópolis ateniense, con un cielo que parece eterno. Algunos nombres notables de la Grecia clásica se asocian al Partenón. Calícrates e Ictino fueron sus arquitectos, y el gran Fidias, el principal escultor. La obra comenzó en el año 447 antes de Cristo, como una celebración de la victoria sobre el imperio persa. Eran los tiempos de Eurípides y Sófocles, y de un todavía joven Sócrates. En los 25 siglos que siguieron fue convertido en iglesia cristiana, en mezquita y en polvorín; una bomba veneciana causó el colapso de la parte central del templo y la caída del friso de Fidias. Y sin embargo sigue siendo una de las obras más hermosas de la humanidad.